jueves, 29 de agosto de 2013

Video de nuestra aventura

Un video recopilatorio de nuestro viaje por Escocia durante el verano.

http://youtu.be/s622IdxGZP4

Esperamos que os guste

sábado, 20 de julio de 2013

Ultimo día en Escocia, ruta por Killiecrankie

Mira que xOUe había dejado en mis manos la elección del plan de hoy, y con ello la oportunidad de escoger un plan tranquilo para el último día.
De hecho, ayer no hacíamos mas que ver laguitos y yo pensaba dedicar el día de hoy a pasar un día en uno de los lagos rascándonos la barriga, pero viendo que era sábado y que el lago iba a estar lleno de gente, esta mañana me he puesto a buscar un plan alternativo...

Quería un plan tranquilo ya que ayer nos pegamos una paliza a andar importante, y he encontrado una ruta que parecía suave en el área de Killiecrankie y que parecía ir cerca del río y por una zona arbolada (que ayer nos quemamos física y literalmente con tanto sol).

En el centro de información antes de empezar la ruta nos han dicho que más o menos podíamos tardar unas 4 horas... ¡Casi me da algo! Que yo quería un paseo corto, peeeero la señora muy maja me ha dicho que como había varios puentes podíamos bajar por una orilla y en varios momentos cruzar un puente y subir por la otra orilla.

Al final a lo tonto, hemos estado andando 6 horas y he acabado con calambres en las piernas. Eso sí, por lo menos el camino en su mayor parte era por la sombra.

Saliendo del centro de información, hemos empezado a bajar por un camino al lado del río rodeado de árboles, que a ratos dejaba salidas a pequeñas playas de piedras donde había gente disfrutando del río con sus familias.


Hemos pasado de largo algunos puentes, incluido uno en el que estaban haciendo puenting, y hemos seguido andando y andando hasta que el camino ha empezado a bifurcarse y hemos tenido que ir tirando por donde creíamos conveniente. A lo tonto nos hemos salido varias veces del camino, teniendo que dar vueltas para poder volver a la orilla del río y retomarlo de nuevo.



La parte que más nos ha gustado ha sido un lago (Loch Dunmore) cubierto entero de nenúfares donde hemos descansado para tomar algo y reponer fuerzas. Este lago estaba rodeado de muchos caminos bien cuidados y bien señalizados, donde curiosamente tenías que ir pendiente del suelo para no pisar a los pequeños habitantes del bosque.




Lo peor ha venido después de esta parada, ya que había un montón de caminos de rutas entrecruzados y mal señalizados y parecía que aún quedaba un mundo hasta el puente que habíamos puesto como fin de la primera parte de la ruta para empezar a subir de nuevo a Killiecrankie por la otra orilla.

La vuelta ha sido horrible, había un tramo muy largo por carretera y por el sol, y menos mal que por aquí conducen muy bien y son muy respetuosos porque si hubiese sido por España no lo contábamos.
Al final, intentando no perder el buen humor, y aguantando el cansancio, hemos conseguido llegar de nuevo a Killiecrankie tras 6 horas andando.


Con los pies doloridos nos hemos venido a un camping que está cerca de donde tenemos que devolver mañana la caravana, pero hemos tenido un poco de mala suerte ya que las instalaciones (si pueden llamarse así) son pésimas (y encima hay que pagar para ducharse).

Mañana, se acaba nuestro viaje, y esperamos que hayáis disfrutado desde España un poquito con nuestras andanzas escocesas.

Un beso a todos!

xOUe y Nita.

viernes, 19 de julio de 2013

Parque Nacional de los Cairngorms


Hoy ha sido uno de esos días en los que nos hubiésemos quedado en la cama hasta que el cuerpo lo pidiese. Yo tenía muchas agujetas y cansancio acumulado pero xOUe no quería dejar pasar el día sin dar un “paseo”, y para él, un paseo es una ruta de montaña con un desnivel mínimo de 500 metros jejeje.
A pesar de que estaba dispuesta a quejarme y patalear como un niño pequeño con tal de descansar un poco, al final he cedido sin muchas dificultades y hemos ido a hacer una rutilla.
Hemos aparcado en el parking del Glenmore Forest Park (cerca de Aviemore) y hemos ido al chiringuito de los Rangers para ver si conseguíamos un plano decente con las rutas de la zona, y de todas las que había (ruta alrededor del Lago Morlich, ruta por el bosque…) hemos elegido una ruta combinación de otras dos y de una media de duración de 4 horas.
La primera parte de la ruta discurría por el bosque hasta el límite del mismo, y luego seguía subiendo hasta alcanzar el pico de Meall a Bhuachaille a 810 metros.
La parte de bosque ha sido visto y no visto y antes de darnos cuenta ya estábamos subiendo por la falda de la montaña con todo el sol pegándonos en las cabezas (y es que hoy ha hecho un calor de narices). El camino de subida hasta el pico tenía, en muchos tramos, un montón de piedras colocadas con la intención de facilitar la subida, pero en lugar de eso lo único que conseguían eran tropezones y resbalones. 


Tras una hora y media… ¡hemos hecho cima! Hemos hecho la parada de rigor en la cumbre para hacer fotos, beber agua, y comer un poquito para reponer fuerzas. En la cima nos hemos encontrado con un grupo de “elderlys” (viejecitos en buena forma) que estaban haciendo la misma ruta que nosotros.

Repuestas las fuerzas y visto el camino de bajada, hemos comenzado el descenso temiendo por nuestros tobillos, de nuevo, las rocas que estaban puestas como escalones nos hacían la puñeta más que ayudar, y en varias ocasiones hemos temido por el grupo de “elderlys” (que bajaban detrás de nosotros) y que pensábamos que acabaríamos viendo pasar rodando por nuestro lado. 

La bajada, de nuevo calurosa, torpe con tantas piedras y con poca vegetación, nos daba sin embargo unas bonitas vistas de una serie de lagos y de los valles y picos de los Cairngorms. Unos tres cuartos de hora después hemos encontrado un refugio (Ryvoan Bothy) donde hemos vuelto a hacer una parada y donde pensábamos que lo que nos quedaba de camino sería pan comido, ya que bajando un poco más encontraríamos la otra ruta por la que tendríamos que volver.

Junto a uno de los estupendos lagos, hemos encontrado la ruta circular de vuelta y nos ha surgido la duda de en qué sentido hacerla. Al ver que uno de los lados discurría por su parte final por un camino de asfalto y no nos suelen gustar esos caminos, hemos elegido el sentido contrario… EEEEERRRROR.
Aunque el tramo de ruta que nos quedaba se supone que discurría por bosque y nos daría un respiro del sol que, aun habiéndonos echado crema varias veces, nos estaba quemando vivos, ha resultado ser un camino estrecho, de nuevo con mil piedras y con un montón de subidas y bajadas que ya cogíamos con desgana por culpa del cansancio.

Pero como siempre el camino llega a su fín, hemos dado con el camino forestal que nos daba la señal de que no nos podía quedar mucho para llegar a la zona de parking. Y en este tramo, ya relajados, va y nos aparecen a los lejos 3 perrazos negros corriendo hacia nosotros y con intenciones poco convincentes. xOUe bastón en mano se ha puesto a golpear el suelo y a gritarles pero casi ya los teníamos encima y casi tenemos que liarnos a palos con ellos. Menos mal que uno llevaba collar y a lo lejos a aparecido la dueña, que rápidamente al ver que estábamos dispuestos a todo, les ha llamado y les ha calmado. Finalmente hasta hemos estado hablando con la señora y los perros parecían simpáticos, pero desde que Marily y Jose Luis nos contaron su historia con los perros de Meteora… mas vale palo en mano que dentellada en el culo.
Y cuando ya nos quedaban 10 minutos hasta la caravana… ¡hemos podido ver una red squirrel! Ha sido un regalo de fin de ruta ya que llevamos varios días escudriñando las copas para ver si veíamos una, y hoy ha sido el día. Felices y contentos (y cocidos en nuestra propia salsa) hemos llegado al parking y nos hemos comido un heladito a la sombra.

Mañana, pasaremos nuestro último día en Escocia de nuevo en los Cairngorms y el domingo volvemos para Madrid (aunque por nosotros nos quedábamos más días).

Besos a todos, y gracias por seguirnos.

Inverness, capital de los Highlands, y el Lago Ness

Esta mañana hemos sido rápidos y en un plis plas hemos desayunado y hemos salido del camping para ir a ver el centro de Inverness. Además, anoche hicimos los deberes, y para no andar dando vueltas por la ciudad con la caravana, habíamos buscado opciones de parking para dejarla y visitar la ciudad a pié.
Inverness, Inbhir Nis (en gaélico) o también conocida como la Capital de los Highlands, ha resultado ser una ciudad preciosa rodeada por el río Ness.
Ha sido aparcar la caravana en el parking de la Catedral (por 1,50 libras teníamos parking para 5h), y con sólo dar 2 pasos ya teníamos el imponente río Ness frente a nosotros (y además, para ser un río que pasa por una ciudad sus aguas son limpias y cristalinas).

Hemos cruzado sus puentes, paseado por sus calles, y visitado el castillo, este último sólo desde fuera ya que actualmente son unos juzgados.


Entre calle y calle admirando sus bonitos edificios, hemos aprovechado para entrar en alguna tienda y hacer algunas compras (xOUe ha intentado completar su atuendo highlander y yo casi me pierdo en una tienda de manualidades), incluso nos hemos encontrado con un bar español “la tortilla asesina” con una happy hour donde te regalan tapas. ¡Pero si hasta he cruzado un puente colgante de los que botan!.
Nos podríamos haber tirado mil horas por sus calles y allí seguiríamos, encantados, pero teníamos una cita con el Lago Ness, su monstruo y sus leyendas.
Hemos vuelto sobre nuestros pasos por la carretera por la que vinimos el día anterior para bajar hasta Drumnadrochit y coger un barco para dar un paseo por el Lago Ness.
Había muchas opciones de crucero, con sonar que rastrea el fondo marino, con visita incluida al Castillo de Urquhart… pero hemos ido a lo fácil, un sencillo paseo en barco de 1 hora que pasaba por delante del castillo para verlo desde fuera (total, estaba tan en ruinas que se veía desde lejos). En el barco nos iban contando cosas por megafonía pero poco se entendendía con el jaleo, pero nos hemos enterado de que Urquhart era una moneda de cambio de los highlanders, y que Nessy no es la única leyenda del lago, ya que existe una historia sobre dos brujas que vivían cada una a un lado del río y un día se lanzaron piedras y aún puede verse uno de esos pedruscos cerca de la orilla.


En lo que si hemos caído como buenos turistas, es en pasar por la tienda de Nessy a comprar algún souvenir.
Tras la visita al lago hemos seguido bajando por la carretera con la intención de rodear el lago y volver a subir por la orilla contraria, así que hemos llegado hasta Fort Augustus y hemos empezado a subir. Hemos hecho un par de paradas, en un lago llamado Loch Knockie y en un sitio muy bonito perdido en la carretera con unas preciosas vistas montañosas.

El siguiente destino antes de volver a Inverness han sido las cataratas de Foyers, una de ellas impresionante y con mucho caudal, y las otras más pequeñas. Además hemos dado un paseito por un camino de bosque donde varias señalizaciones nos iban contando las características de la Ardilla Roja, muy típica de la zona. Hemos intentado ver alguna pero sólo hemos podido escuchar el “chuk chuk” que hacen para avisarse entre ellas de que hay posibles predadores.

De vuelta en Inverness por esas carreteras tan típicas escocesas con un solo carril y un montón de “passing places” que hacen que la carretera parezca que tiene jorobas, hemos ido a hacer una pequeña compra al Morrisons (como el Carrefour de allí) y nos hemos dirigido hacia nuestro siguiente destino, el Parque Nacional de los Cairngorms, al que hemos accedido por el pueblo de Aviemore.
Ya nos quedan menos días de aventuras por Escocia y aunque satisfechos con lo que nos ha dado tiempo a ver, nos quedaríamos aquí más tiempo.
¡Besos a tod@s!

miércoles, 17 de julio de 2013

Isle of Skye Día 2

Hoy nos ha hecho un día de perros en nuestro segundo día por la Isla de Skye.
El planning del día era ir por la carretera de la costa e ir viendo algunos puntos que teníamos apuntados e incluso hacernos alguna rutilla andando, pero hemos tenido que cambiar los planes y adaptarnos a la pésima meteorología, ya que con la niebla poco se podía ver, y con la lluvia, alguna ruta por la zona de los acantilados se planteaba peligrosa.

En lugar de ir por la carretera de la costa desde Uig hasta Staffin hemos cogido una carretera de interior, y al llegar al único punto que teníamos marcado como interesante en esa zona, la espesa niebla no nos ha dado opción a mucho. Pero como estando de vacaciones impera el buen humor, xOUe ha decidido ponerse la falda escocesa (sólo la falda escocesa) y correr por la niebla como un loco ante la mirada atónita (y alguna risilla nerviosa) del resto de personas que estaban por la zona.


Al llegar a Staffin, hemos seguido con la MacVan por la carretera de costa hacia Portree donde por fin hemos podido hacer un par de paradas.

La primera ha sido para ver la Kilt Rock Waterfall, una cascada que vierte su agua al mar. La niebla nos ha dado un respiro para poder hacer unas cuantas fotos (y la que escribe y suscribe ha sacado el cuerpiqui por la barandilla sobre el acantilado para hacerlas, ole yo, y mis huevos escoceses).




La segunda parada consistía en una ruta para ver The Old Man of Storr, un enorme pedrusco en forma de menhir, una formación rocosa ancestral (y digo ancestral porque data de la época de los dinosaurios, y es que hemos alucinado al leer en una guía que en esta zona de la isla hay huellas de dinosaurios de hace 175 millones de años).

Al aparcar la caravana las condiciones meteorológicas ya eran bastante desalentadoras, niebla y lluvia, pero aún así hemos decidido hacer la ruta que curiosamente es de 3 km pero se tarda unas 2 horas en hacerla... y hemos descubierto el por qué.

La primera parte de la ruta que se suponía era por bosque, y que pensábamos nos resguardaría un poco del viento, ha resultado ser un páramo desolador, ya que habían talado el bosque y sólo quedaban restos de la tala. Vamos, que allí parecía que hubiese habido una guerra entre orcos y goblins. Además, de ser una subida con bastante pendiente y que parecía interminable.
Pasado el bosque, la situación ha ido a peor, una subida por rocas, con mucha más niebla, un viento fortísimo y una lluvia que nos ha dejado calados hasta la ropa interior.


Había tanto barro que la subida era resbaladiza, y algunas personas con las que nos hemos cruzado iban pegando resbalones y patinazos (incluido un japonés, que al escurrirse e intentar no acabar de culo en el barro ha empezado a hacer movimientos imposibles para no caerse y parecía un auténtico bailarín de breakdance).


Ha habido varios momentos en los que hemos pensado en dar la vuelta, y al preguntar a unos que bajaban la respuesta ha sido clara "si os gusta la aventura, seguid subiendo, pero con la niebla no se ve nada", o "solo se intuye el contorno del paisaje".

Al final, hemos seguido, ya que nos quedaba menos de subida, que lo que teníamos que hacer de bajada, y por ver con nuestros propios ojos si merecía o no la pena la horrible subida de niebla, piedras, barro, lluvia...
Cuando hemos llegado arriba (o lo que pensábamos que era arriba), efectivamente no se veía nada, y a mí hasta me ha costado ver el contorno de las peculiares rocas. Creo que en la foto se puede apreciar el estupendo paisaje escocés jejejeje.



La bajada ha sido lenta, por el peligro de escurrirse sobre las rocas mojadas o resbalar con el barro, y al llegar a la caravana estábamos helados y empapados. Hemos tenido que quitarnos toda la ropa que llevábamos, secar las cámaras y hasta el interior de las mochilas estaba húmedo. Nos hemos quedado un rato en el parking dentro de la caravana para tomarnos un té caliente y entrar en calor, y mientras lo hacíamos el viento era tan fuerte que la caravana se movía de un lado a otro.


Y con esto hemos decidido finalizar nuestra aventura por la Isla de Skye, la previsión era de mal tiempo para los siguientes días mientras que en nuestro próximo destino parecía que el tiempo sería más apacible. Y así ha sido, ha sido salir de la Isla de Skye y hemos vuelto a ver el sol y el termómetro ha subido más de 7 grados.

Dirección a Inverness, hemos podido disfrutar de paisajes soleados y ver el gran Lago Ness, que es enoooorme, y que esperamos poder ver mañana más de cerca.


Aquí termina la aventura de lluvia y niebla, y volvemos a las de sol y horribles mosquitos que pican como si no hubiese un mañana (Ya acumulamos entre los dos más de 75 picaduras por todo el cuerpo, malditos 'midges')

¡Hasta mañana!

Isle of Skye Día 1


Nota: Ayer no teníamos acceso a Internet por la baja cobertura de los Highlands. Este post pertenece a nuestras aventuras de ayer.
Hoy ha sido nuestro primer día recorriendo la Isla de Skye y nos  ha hecho un verdadero día escocés, niebla, frío y algo de lluvia.
Como buenos highlanders nos ha dado exactamente igual y hemos seguido con nuestra ruta escocesa, aunque si es cierto que hemos tenido que cambiar un poco los planes ya que  con la niebla no era muy recomendable la caminata por los Cuillins, unas montañas al Oeste de la Isla de Skye.
La primera parada estaba planeada en The Fairy Pools, aunque de camino hemos encontrado una catarata al pie de la carretera y hemos parado para acercarnos a verla y sacar alguna fotillo.
La última parte de carretera antes de llegar a los Fairy Pools ha sido por una carretera muy estrechita y con mucha niebla, tanto que no veías el coche que venía de frente hasta que no lo tenías encima y había que andar reculando para dar con un “passing place” donde cupieran los dos coches.
A pesar de la niebla hemos hecho la primera parte de la ruta a pie para poder ver los Fairy Pools, y es un sitio precioso y mágico, cascadas y pozas de agua cristalina con las vistas al fondo del pico Sgurr an Fheadain (en la Isla de Skye casi todos los nombres estan en gaélico y la mayoría son impronunciables).

Después de un rato andando ya notaba que xOUe miraba las pozas de forma peculiar, no sé como he tardado tanto en darme cuenta que aunque hacía un día de perros estaba deseando chapotear en una de ellas. Y así ha sido, con un par de huevos (perdón la grosería pero he metido una mano en el agua y estaba helada, pero es que además hacía viento y frío), se ha despelotado y se ha metido de pies a cabeza en una de las pozas y luego ha aguantado estoico el frío mientras se secaba con una simple palestina.
No hemos podido hacer la ruta de 3 horas, pero nos hemos mas que conformado con las pozas ya que era un sitio precioso.


El siguiente sitio a visitar ha sido Neist Point, el punto más al oeste de la Isla de Skye, y una impresionante costa con unos acantilados sobrecogedores.
El camino por carretera hasta allí, de nuevo por una pequeña carretera repleta de zonas en las que poder dejar pasar a los coches al no caber dos por la carretera.
La ruta no era complicada, pero el desnivel sí. Desde el parking donde hemos dejado la MacVan, hasta el faro que corona el punto más lejano, había un descenso de escaleras de esos que me hace preguntarme porque no escojo como lugar de vacaciones una planicie. Pero como siempre, en casos de vértigo, ahí esta xOUe para animarme a seguir adelante y para darme un mano que estrujar durante el descenso.
Y madre mía si ha merecido la pena, ya que llegar hasta el borde de los acantilados ha sido como sentirse “like the very edge of the World”.
Hemos paseado por la zona, hecho fotos, y visitado el faro abandonado (pero aun así automatizado y aún en uso).

El punto y final del día ha sido una visita a las playas de Coral de Claigan, al norte de Dunvegan, que en realidad no son playas de coral si no de algas fosilizadas, y que le dan un color blanco a la playa en comparación a las cercanas que son de piedra oscura.


A lo tonto, entre visitas y carreteras nos han dado casi las 9 de la noche y nos hemos puesto a buscar un sitio donde dormir.

Hasta el próximo post!!

martes, 16 de julio de 2013

Fort William y Castillo de los Inmortales

Hemos amanecido en uno de los mejores campings en los que hemos estado, con vistas al Ben Nevis (la montaña más alta de Gran Bretaña), pero no hemos podido ver su cumbre por la niebla espesa que lo cubría.

El Ben Nevis está detrás de las montañitas de la foto

En cuanto hemos estado listos, incluyendo una prueba de conducción de la caravana por el camping (el embrague está tan lejos que sólo llego sentándome en el borde del asiento), hemos ido al centro de información de la zona para ver que opciones de rutas teníamos ya que se veía que por el día que hacía, la subida al Ben Nevis no iba a ser posible.
¡Y que ilusión! Es la primera vez que hablando inglés me preguntan de donde soy en lugar de decirme "aaahh spanish", y todo gracias a las clases de xOUe sobre acentos y pronunciaciones.

Una vez elegida la ruta, hemos ido al Braveheart Car Park para dejar la caravana y empezar la ruta a la Cow Hill. Sí sí, el Braveheart Car Park, y su nombre se debe a que, cuando rodaron la película, en 1995 construyeron ese parking para dejar los coches del rodaje.
Entusiasmados con la idea de pisar el suelo que hace 18 años habían pisado los del set de la peli, nos hemos puesto a grabar un vídeo con tal mala pata que ninguno de los dos eramos capaces de acordarnos del nombre de Mel Gibson y hemos tenido que preguntárselo a una señora que pasaba por allí. Ha sido un momento tan gracioso que no podíamos parar de reírnos, venga a decir pelis suyas y a referirnos a él con motes graciosos, pero ambos con su nombre en la punta de la lengua y por Ley de Murphy, no salía (y es que nos vimos la peli antes de venir y ambos habíamos repetido su nombre varias veces a lo largo del viaje).

La ruta hacia la Cow Hill parecía sencilla, pero la primera parte ha resultado ser un rompepiernas y la compañía de los mosquitos no lo ha hecho nada ameno. A mitad de la subida hemos encontrado un desvío sin señalizar con un camino de madera y hemos decidido seguirlo llevados por la curiosidad (y el misterio del camino de madera), que nos ha llevado a una cabaña sobre un árbol que estaba cerrada, así que vuelta al camino inicial y a seguir subiendo.


Al pasar el rompepiernas inicial y salir de la zona de bosque el viento nos ha dado un respiro y ya no había mas mosquitos tocando los $%&!, y el resto del camino ha sido una auténtica maravilla.
Tras casi 2 horas hemos hecho cumbre en la Cow Hill, desde donde se veía la ciudad pesquera de Fort William y donde no hemos podido evitar hacernos una de nuestras fotos saltando.



Después de descansar un rato (y de que xOUe dejase un recuerdo de los suyos), hemos hecho la bajada por otro camino que nos ha llevado otras 2 horillas.



Vuelta a la caravana y tocaba ir al super a hacer compra, que ya hacían falta provisiones, y de paso alguna ensalada que llevábamos muchos días cenando salchichas y hamburguesas caseras.

Después de la comprilla, hemos tirado hacia la Isla de Skye haciendo una parada en el Eilean Donan Castle... ¡el castillo de la película de Los Inmortales!.



Cuando hemos llegado el castillo ya estaba cerrado pero, como siempre, la casualidad nos brinda situaciones que merecen ser contadas... No hacemos más que aparcar y vemos en el parking un cochaaaaaazo monumental y una señora que se baja de él para hacerle fotos con el castillo de fondo. Yo me he bajado corriendo de la caravana para hacer una foto, cuando he visto que más gente hacía lo mismo y la señora les contestaba mal y parecía no gustarle demasiado la situación. Desde lejos le he preguntado si podía hacer una foto y la he hecho con algo de miedo (la señora robusta podía darme un guantazo y enviarme a Parla), pero cuando me volvía para la caravana ha sido ella la que se ha acercado a mí para pedirme que le hiciese una foto con su cámara a ella y su coche mientras me comentaba lo cansada que estaba de que la gente se hiciese fotos y se apoyase en el coche, y que yo era de las pocas personas que había pedido permiso para hacerlo.






Y esto ha sido el inicio de una larga e interesantísima conversación. La mujer ha resultado ser conductora de carreras y la primera mujer en comprar un McLaren. Además, se había traído su coche desde Nueva York en un contenedor y estaba recorriendo sola Escocia, bueno, sola no, acompañada de dos osos de peluche a los que se refería por nombres concretos y que luego nos ha contado que se los regaló el mismísimo Hamilton (cascos incluidos).
La situación de lo más subrealista, pero tan genial que al final nos ha resultado más llamativa ella que su coche.

Bueno, está claro que después también hemos dedicado un rato al castillo.



Por fin estamos en la Isla de Skye, con la caravana al borde del mar, lloviendo y con un viento terrible, tanto, que estamos por adoptar a un señor y su bici que duermen en una tienda de campaña individual delante de nuestra caravana (Jose Luis, este es de los tuyos).


Un saludo a todos!

Nita (que escribe) y xOUe (plano en mano mirando las rutas de mañana).